Los automatismos hacen cada vez más cómodos nuestros hogares.

Automatismos

Los automatismos son una de esas ramas de la tecnología que evoluciona silenciosamente, pero que su aplicación a la vida doméstica nos está haciendo que el día a día más cómodo. Está en concordancia con lo que llamamos las casas inteligentes.

Programar las luces de la casa para que se apaguen a determinada hora o que el  aire acondicionado se encienda solo cuando alcanzamos cierta temperatura son ejemplos de automatismos.

Los automatismos en realidad no son nuevos. Los ingenieros industriales dicen que para referirse a ellos debemos remontarnos a los telares mecánicos que se desarrollaron en la revolución industria inglesa. Telares que hacían movimientos automáticos para entrelazar los hilos sin la necesidad de la intervención humana.

Los años 50 y 60 del siglo pasado representan un avance en la automatización industrial. Se crean paneles eléctricos que programan el funcionamiento de las máquinas de las fábricas sin que un operario se acerque a encender el interruptor.

Uno de los ejemplos más claros de automatismos son los mandos a distancia. El mando a distancia para abrir la puerta de garaje, el mando del aire acondicionado, el mando de la televisión. Hoy no podríamos vivir sin ellos.

La automatización en los hogares va avanzando cada día más. Hasta el punto de que podemos controlar el funcionamiento de algunos electrodomésticos a distancia. Es una solución interesante para personas con movilidad reducida, pero no solo para ellos. Los millennials prefieren invertir en adelantos tecnológicos en sus hogares a comprar casas con acabados de lujo.

Los técnicos de Rolltec, una empresa que se fundó en Alicante en 1999 especializada en cerramientos y cortinas de cristal en Alicante, nos cuentan que la automatización en los hogares está en auge. Es un servicio altamente demandado y que cada vez se incorpora a más funciones de la casa.

Veamos más en profundidad en qué consiste.

La domótica.

La domótica pertenece a lo que llamamos el internet de las pequeñas cosas. A lo que nos referíamos antes cuando hablábamos de la casa del futuro. Un tipo de casa, informatizada e inteligente, que es presente. No tenemos que esperar a llegar al 2.100 para verla.

La web de PC Componentes indica que la domótica comprende un conjunto de tecnologías que van dirigidas a gestionar las diferentes instalaciones del hogar: la iluminación, la climatización, la seguridad, el ocio, etc.

Tenemos varios ejemplos reales de domótica inteligente en nuestros hogares, como la iluminación sensible al contexto. Un sistema que gradúa la intensidad de la iluminación según la luz ambiental de la habitación. O los frigoríficos que hacen una compra online al supermercado cuando detectan que un producto está a punto de agotarse.

Una de las novedades de la domótica es la integración. Mientras antes, en el mundo analógico, cada dispositivo funcionaba de manera independiente, ahora con esta tecnología se pueden activar varias funciones de manera sincronizada ofreciendo una experiencia completa al usuario en función de sus necesidades.

Por ejemplo, si el ordenador central de la casa sabe que llegamos del trabajo a las 8 de la tarde, una hora antes ya está calentando la vivienda para tenerla a una temperatura de 20 grados. Cuando cruzamos el umbral de la puerta, la televisión se enciende sintonizando nuestro canal favorito y las luces de comedor se gradúan creando un ambiente acogedor.

La característica fundamental de la domótica es que la casa está controlada por ordenador. Es un ordenador quien gestiona muchas de las funciones del hogar, activando los dispositivos eléctricos por medio de la red wifi.

A día de hoy, los programadores y desarrolladores de domótica son una de las especialidades de la informática más demandadas en el mercado laboral. Un dato que nos da una idea de la proyección que tiene esta tecnología.

Los automatismos.

Los automatismos están muy ligados a la domótica, pero mantienen su autonomía. En la actualidad es difícil establecer la línea divisoria entre automatismo y domótica, pero lo cierto es que algunos de los sistemas más utilizados de automatización mecánica no funcionan con la informática, sino con emisiones de radiofrecuencia. Estamos hablando de los mandos a distancia de las puertas de garaje o de los aires acondicionados, que emiten una señal cifrada de 433 MHz que activa el motor del aparato receptor.

Nos cuenta la web de formación Aula 21 que los automatismos eléctricos comenzaron utilizándose en la industria y, tiempo después, dieron el salto a la vida doméstica.

Gracias a los automatismos se podía poner en marcha todas las máquinas de una planta de producción sin que fuera necesaria la acción constante del operario. Esto permitía aumentar la productividad en la fabricación en cadena.

Por medio de paneles eléctricos o a través de un mando a distancia, se podía programar el encendido y apagado de las máquinas a una hora concreta. Pero además, la velocidad con la que trabajaban y las acciones que debían realizar.

Ahora está todo informatizado, pero durante toda la segunda mitad del siglo XX se realizaba de forma analógica. A muchos sistemas de automatización se le han integrado sensores que miden indicadores como la temperatura, la velocidad, la presión o la humedad, que ajustando unas variables, hacen que el automatismo funcione automáticamente.

Esto es habitual dentro de la industria, a través de mecanismos como los servosistemas, pero también lo podemos ver en las casas, con esos termostatos inteligentes que encienden o apagan la calefacción cuando se llega a determinada temperatura ambiental.

Ejemplos de automatismos en el hogar.

Los automatismos están bastante presentes en nuestros hogares y son relativamente sencillos de instalar. Estos son algunos ejemplos:

  • Alarmas y sistemas de seguridad. Las alarmas de las casas y de los negocios son un automatismo. El usuario las activa o desactiva con una contraseña y pone en marcha un mecanismo que en el momento en que alguien intenta entrar en casa, cuando la alarma está encendida, enciende diferentes dispositivos: un timbre para emitir una señal acústica de emergencia, una cámara de video que graba las imágenes de la puerta, un mensaje de telefonía dirigido a la policía y a nuestro móvil, etc.
  • Control de climatización. Los termostatos que controlan el aire acondicionado y la calefacción son uno de los automatismos más populares y más utilizados en los hogares. Muchos de ellos disponen de sensores de temperatura ambiente, lo que hace que se enciendan o se apaguen en el momento en el que la temperatura no se encuentra dentro del intervalo térmico seleccionado. Con esta función, además de mantener una temperatura constante, reduce considerablemente el gasto energético de la vivienda, promoviendo un uso más sostenible.
  • Cortinas inteligentes. Una de las aplicaciones novedosas de los automatismos, y que más llama la atención, son las cortinas inteligentes. Cortinas que podemos correr o descorrer utilizando un mando a distancia o por medio de una aplicación instalada en el teléfono móvil. Este sistema facilita un control preciso de la iluminación exterior que entra en nuestro hogar. Si las cortinas inteligentes las gestionamos por medio del móvil, ni tan siquiera necesitamos estar en casa para controlarlas. Algunos expertos en seguridad opinan que este mecanismo disuade a los ladrones. Ya que estos criminales suelen descartar las casas que parecen habitadas.

Gestión desde el teléfono móvil.

Vale la pena profundizar en este punto. Están a la orden del día las aplicaciones móviles que nos permiten gestionar los automatismos. Aplicaciones que descargamos en nuestro teléfono igual que hacemos con las aplicaciones que más usamos como WhatsApp o YouTube.

Las aplicaciones móviles aumentan el campo de actuación de los automatismos. Mientras que si los activamos por medio de un mando a distancia, debemos encontrarnos dentro del espacio de cobertura del receptor, con una aplicación móvil, podremos activar o ajustar el automatismo aunque estemos fuera de casa. Incluso en otra ciudad o país.

Muchas de estas aplicaciones están programadas con Inteligencia Artificial. Esto significa que la aplicación va ajustándose a nuestros hábitos, gustos y necesidades. Aprendiendo cada día sobre ellos. Gracias a la I.A. llega un momento en que el automatismo funciona sin que le hayamos dado ninguna orden. Se anticipa a nuestros deseos porque ya los conoce.

Esta tecnología dota al sistema de una capacidad de anticipación y predicción asombrosa. Prevé las situaciones antes de que se produzcan y gestiona las instalaciones de la casa para darles una respuesta adecuada.

Una de las características interesantes de estas aplicaciones móviles es que tienen acceso a datos que circulan por internet. Ya no dependen de la información que reciben de sus propios sensores, sino que accediendo a páginas fiables, manejan datos como la predicción climatológica, ofreciendo un servicio más adaptado a la realidad.

En el caso de un automatismo de control de climatización, estas aplicaciones no solo conocen la temperatura que hay dentro de la casa, sino también la temperatura exterior y la predicción térmica para las próximas horas y días.

Los automatismos son una tecnología que nos hace la vida más cómoda. Una tecnología en continua evolución, con un increíble potencial del que no somos conscientes de hasta dónde puede llegar. Como sucede con gran parte de la tecnología, su futuro es mera elucubración.

 

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