Seguro que a todos nos ha picado la curiosidad de saber qué nos puede pasar en un futuro. Y es que nos encantaría saber qué nos ocurre. Lo que no sé es si para bien o para mal. Hay muchas teorías que dicen que la gente solo quiere saber lo bueno, pero no lo malo. Para predecir el futuro hay muchas formas. Algunos muy curiosos.
El otro día escuchando la televisión, concretamente a Rappel en El Hormiguero, se habló de la rumpología, lectura de nalgas. Es como la quiromancia, pero en lugar de leer las líneas de la mano, se leen las formas, grietas y pliegues de los glúteos, sí, del culete, para predecir el futuro. Se dice que cada nalga representa una parte de la vida. ¿Te gustaría que te leyeran el culo?
También se puede saber lo que nos va a pasar gracias a los huevos. Se llama ovomancia. En este caso se rompe un huevo en un vaso de agua y se lee el futuro sobre la forma que toma la clara. Es muy usada en limpias espirituales, y dicen que da mucho efecto.
Menos conocida es la Tiromancia o lo que es lo mismo, la adivinación con queso. En este caso pueden saber lo que te va a pasar al mirar la superficie de un queso mientras envejece o se analiza su textura tras derretirse. La verdad es que me quedo con la cara de un poema.
La capnomancia es la lectura del humo. Es leer la forma y dirección que toma el humo al quemar ciertas sustancias o hierbas. Una cosa muy curiosa porque me imagino a mi padre fumando su tradicional puro de los domingos para leer lo que le va a pasar el próximo fin de semana.
Y esto es algo que viene desde hace mucho tiempo. En la antigüedad se analizaba el color, la textura y hasta el vapor de la orina para hacer predicciones. Yo es que hay cosas que no doy crédito.
Alectoromancia es la adivinación con gallinas. ¿Cómo te quedas? Pues es tan fácil, o tan complicado, como colocar un gallo en un círculo con letras o números y se observa qué granos come primero para formar palabras o mensajes.
Algo que me ha parecido precioso es la gelomancia, o lo que es lo mismo, la adivinación con la risa. ¿Qué te parece? En este caso se estudia el sonido y la intensidad de la risa de una persona para predecir su destino.
La belomancia es la predicción con flechas. Aquí lo que se hace es escribir mensajes en flechas y se lanzan al aire; la que caiga en determinada dirección o más lejos da la respuesta.
La carta astral
Todas estas formas de adivinar el futuro son muy curiosas, y alguna hasta de risa, pero si hay una forma que me gusta de conocer el futuro es con una carta astral. Con esta fórmula, y como nos cuenta un astrólogo experto en Carta Astral de El Arbol de la vida 5, se puede hacer un análisis de la personalidad, tendencias y subconsciente, dando resolución a problemas de pareja.
Una carta astral te puede descubrir muchas cosas. Este servicio consiste en la utilización de diversas técnicas y cálculos, para determinar la Carta Astral de una persona. Apoyándonos en ello, puedes ayudarte a descubrir bloqueos en el subconsciente y como quitarlos.
Pero también se pueden descubrir las incidencias de otras vidas en tu vida actual y como están influyendo en la que estás viviendo ahora. Es tan sencillo como realizar un estudio de componentes kármicos de la vida y cuáles de ellos se han heredado de nuestros predecesores. Tras encontrar las respuestas, proceder a trabajarlos para alcanzar un grado mayor de felicidad y bienestar.
También te permitirá conocer tu potencial y la mejor manera de desarrollarlo, para que las decisiones futuras que tomes, sean más acertadas con tus intereses. Incluso te va a ayudar en tus relaciones sociales, y así vas a poder evitar que tus amistades y relaciones te hagan daño.
Una carta astral también te puede abrir los ojos sobre tu situación económica en el futuro. Esto te facilitará a descubrir cómo mejorar este aspecto de tu vida y encontrar los errores que podrías estar cometiendo sin darte cuenta.
La verdad es que una carta astral es algo de lo que me fío mucho, mucho más que lo que me pueda decir la yema de un huevo o mi orina. ¿No crees?