Podríamos decir que la música es una cultura en sí. No solo un arte que sabemos que lo es, toda una cultura que se remonta a los orígenes de la civilización. De algún modo, la música ha estado presente en la vida del ser humano desde sus orígenes, al menos, eso nos dice la historia. Aunque poco importa si la música tiene millones de años de antigüedad o solo unos milenios. En la actualidad, tenemos muy claro y muy presente, el hecho de que la música es cultura. No una parte de la cultura, no. Una cultura en sí misma. Al menos para muchos que viven conforme a la música, por y para ella. Nada mejor que vivir por y para el arte cuando la civilización se muestra incivilizada, como sucede en la actualidad.
No obstante, cultura o parte de la cultura, cabe preguntarse qué es eso de la cultura musical. Para muchos, esta pregunta clave, tiene un respuesta más que obvia. Para otros, no tanto. Por lo que hemos decidido hablar sobre esta cuestión y el papel que la cultura musical juega en la sociedad actual, sobre todo, a causa de la capacidad que posee para influir en las personas. Enriquecer algunos aspectos de la vida humana y otras razones existentes que hacen de la música algo tan importante para la humanidad.
Sobran las razones pero ahí van
Evidentemente, para cada uno, la música tiene un valor y un sentido. Sin duda, no todo el mundo le concede la misma relevancia aunque la inmensa mayoría, cuenta con la música en su día a día. Aunque solo sea como mero acompañamiento al que no hacer demasiado caso. Sin embargo, existen razones de mayor peso.
Por ejemplo, la expresión artística y emocional que supone. La música es una de las formas más poderosas a la hora de expresar y transmitir emociones y sentimientos. Tanto el que canta o interpreta como el que escucha, puede conectar con la composición musical a niveles profundos y propios. Esto permite una liberación emocional y una comunicación que traspasa barreras de todo tipo, como la lingüística.
Por otro lado, la música, supone una identidad cultural que refleja cada sociedad. Cada región o grupo étnico, cuenta con su música popular o característica basada en sus valores, tradiciones y experiencia. Por lo que posee un papel fundamental en la preservación y transmisión de la herencia cultural generación tras generación.
Proporciona una unidad y cohesión social que no proporciona prácticamente nada más. La música tiene el poder y la capacidad de unir a las personas, con independencia de su origen y creencia. Festivales, conciertos y eventos musicales son espacios en los que las personas se reúnen y comparten experiencias, fomentando la citada cohesión social.
No pude faltar el papel que juega la música en cuestiones esenciales como la educación y el desarrollo cognitivo. Existen infinidad de estudios que demuestran que la exposición a la música desde la edad temprana, tiene un impacto positivo tanto a nivel cognitivo como académico. La práctica musical conlleva igualmente una mejora en todo tipo de habilidades como la capacidad de concentración, la memoria y la resolución de los problemas.
A nivel innovación y creatividad, todo aquel que se precie de su talento creador e innovador, tiene claro que la música promueve e incita la creatividad. Al mismo tiempo que puede utilizarse como puente para abordar todo tipo de cuestiones políticas o sociales, a modo de protesta o reivindicación. Lo que puede contribuir a la concienciación, reflexión y el dialogo que conlleve al cambio.
Por supuesto, a nivel industrial y económico, la música es un motor fundamental y más que significativo en numerosas sociedades. Genera empleos de diversa índole y forma parte de la economía a través de la venta de productos musicales.
Como colofón, la música es muy utilizada dentro de contextos sanitarios, en los cuales, su valor terapéutico ayuda a tratar problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y el estrés tan presentes en nuestro día a día. La música tiene esa capacidad de mejorar el estado anímico de las personas, ayudar a relajar la mente y proporcionar consuelo en algunos momentos difíciles.
A razón de todo esto, podemos asegurar que la cultura musical es uno de los componentes esenciales que constituyen la sociedad y enriquece la vida de numerosas formas. Desde la expresión personal y propia, hasta la cohesión social y el impacto en la economía, el papel de la música es tan relevante que permite experimentar y entender el mundo de infinidad de maneras.
Entonces ¿qué es la cultura musical?
Todo esto y mucho más. La cultura musical es un concepto de lo más amplio. Abarca desde un conjunto de prácticas, creencias, valores y expresiones que se relacionan directamente con la música dentro de la sociedad o un grupo social en concreto. En otras palabras, se trata de un fenómeno de gran complejidad que va mucho más allá de la mera creación y valoración de la música. Influye de forma directa en aspectos como la identidad social (personal y en grupo), la comunicación, la educación y la economía.
A nivel musical, debemos conocer algunos de los elementos clave que componen lo que se denomina como cultura musical. A través de ellos, podemos llegar a comprender el alcance de la misma y la magnitud que tiene.
Desde los géneros o estilos musicales, hasta los grandes compositores o los instrumentos, todo un mundo a disposición del arte. Sobre los primeros, podemos decir que existen numerosos estilos en las diferentes culturas, entre los que podemos citar el jazz, el rock, la música clásica, el pop, el hip hop…
Otro de los elementos clave de la cultura musical, son los instrumentos con los que se crea e interpreta la música. Cada cultura tiene más arraigados unos que otros o cuenta con instrumentos tradicionales. Los más habituales y comunes, son sin lugar a dudas, la guitarra (en cualquiera de sus versiones), el piano, la flauta, la batería, el violín…
Unido a la música y dentro de la misma, encontramos la danza como elemento cultural ligado y asociado directamente a un estilo musical en concreto: hip hop, salsa, vals, tango, danzas populares…
Pasamos a las canciones y composiciones musicales de las que luego disfrutamos repetidas veces. Las piezas musicales que se consideran más importantes dentro de una cultura musical son los himnos nacionales, las canciones folclóricas, etc.
Otro elemento esencial en toda cultura musical, son los espacios destinados a la música. Es decir, los lugares en los que se interpreta y se disfruta de la música como las salas de conciertos, auditorios, bares, etc. Este aspecto va unido a los eventos musicales como festivales o conciertos.
Por supuesto, factor clave y esencial de la cultura musical, es la educación al respecto. La forma en la que se enseña y aprende la música dentro de una cultura, puede ser en la escuela, conservatorios o a través de la tradición.
Como último elemento clave de la cultura musical, señalaremos la industria musical. Esta es sin duda la base de la comercialización y distribución de la música, pues se ocupa de crear, producir, distribuir y vender la música y hacer posible que llegue a todos los rincones del planeta.
Por lo tanto, la cultura musical constituye un elemento dinámico, vivo y en constante evolución, influenciada por numerosos factores, como pueden ser la globalización, la tecnología y los continuos cambios sociales en los que vivimos inmersos.
En consecuencia, la cultura musical sigue siendo un elemento vital en la sociedad. La importancia que posee sigue siendo tan significativa como era. Algunos aspectos de la misma han evolucionado adaptándose a los tiempos, gracias a los avances tecnológicos y los citados cambios de la sociedad. La música evoluciona al mismo tiempo que la sociedad, por lo que su relevancia a nivel social, sigue siendo grande. A muchos niveles, sigue siendo tan esencial que no puede destruirse. Se trata de una cultura tan globalizada y extendida como el propio ser humano.
Desde el mero entretenimiento hasta la expresión artística, pasando por la construcción de la identidad propia o societaria y la promoción de los cambios sociales. Como medio de protesta o como nexo de unión de las diferentes culturas, la música se erige como un lenguaje universal que traspasa fronteras. Su evolución a consecuencia de la revolución tecnológica y la globalización pretendida, permite enriquecer las vidas de todos aquellos que disfrutan de ella. Algo que en realidad, hacemos la inmensa mayoría en mayor o menor medida. Difícilmente podemos encontrar a una sola persona que escape del poder de la música y se resista a sus encantos. En cualquiera de sus formas y estilos, la música es parte inherente al ser humano y, por ende, la cultura.