Los aportes tecnológicos al servicio del control de plagas han constituido un punto de inflexión en el sector. La innovación que supone utilizar los últimos avances para este fin, no puede pasar desapercibido. Quizá la sociedad no sea muy consciente de la necesidad de un control de plagas bien realizado y la importancia de los mismos. Con toda probabilidad, esto es así, porque afortunadamente, este servicio está presente en nuestras vidas sin que lo tengamos en cuenta. Pasando totalmente desapercibido.
El mero hecho de no tener que recurrir a este tipo de servicio, ya denota su efectividad. Dicho esto, en caso contrario, la población enseguida pone el grito en el cielo. Ante cualquier plaga, se actúa con celeridad y eficacia. Ahora, gracias a la tecnología, concretamente a la inteligencia artificial, el sector ha dado un paso más, ganando en eficiencia y sostenibilidad.
Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas, forman el tándem perfecto para contribuir al control de plagas urbanas con mayor eficiencia y sostenibilidad. A consecuencia de la incipiente necesidad de contar con soluciones más eficientes y sostenibles, estos elementos tecnológicos de vanguardia, han contribuido en gran medida a que así sea.
Tanto ciudades como empresas de control de plagas y organismos de salud públicas, han empezado a adoptar este tipo de tecnologías que, como aseguran nuestros amigos de Control Plag Sanidad Ambiental, profesionales del sector con una larga trayectoria, son el futuro del sector. Aunque como ellos mismos nos recuerdan, ninguna tecnología puede sustituir a un técnico cualificado, si facilitarán en gran medida sus tareas. Por lo que los técnicos especialistas en control de plagas, pueden dedicar mayor tiempo a la atención al cliente, investigación sobre medidas de prevención o encontrar soluciones más específicas.
De tal manera que, ambas tecnologías, IoT e IA, ofrecen una serie de oportunidades más que significativas para la mejora continúa del control de plagas urbanas. Su contribución hará que este servicio gane en eficiencia, Proactividad y sostenibilidad. Veamos cómo.
Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial
Cada una de estas tecnologías tiene un papel definido en lo que a control de plagas respecta. Mientras que el IoT, centra su tarea en la recolección y transmisión de los datos a través de los dispositivos conectados, la IA, se centra en el análisis de los mismos. Con esta filtración y análisis de la información obtenida, la IA aprende, toma decisiones y hace predicciones. Ambas tecnologías se complementan de forma excepcional, convirtiéndose en una herramienta de gran utilidad en el control de plagas que culminará en el desarrollo de procesos más eficientes y proactivos. Cabe señalar que, como todo en esta vida, tanto IoT como IA, cuentan con sus ventajas e inconvenientes.
Empezaremos por las ventajas que ofrece cada una de ellas a un sector tan esencial como el control de plagas.
En el caso del Internet de las Cosas, se hace referencia a la interconexión existente entre diferentes dispositivos físicos. Entre ellos, es posible recabar, recoger y compartir datos a través de internet. Dentro del ámbito del control de plagas, se puede utilizar para monitorear y gestionar la actividad de las plagas en tiempo real y, compartir los datos recogidos con técnicos y clientes.
Dentro de las aplicaciones existentes en la actualidad, encontramos los sensores de movimiento y cámaras que pueden instalarse en las zonas urbanas y ayudar en la detección de posibles plagas. La presencia de roedores o insectos es detectable por los diferentes sensores y cámaras que, pueden enviar a la empresa correspondiente, una señal de alerta para que actúe.
También existen en el mercado, trampas inteligentes para roedores. En este caso, las trampas, notifican de forma automática a la persona responsable en el momento que se ha producido una captura. Las trampas inteligentes diseñadas para capturar insectos, son capaces de detectar especies determinadas y, enviar la notificación correspondiente de forma anticipada. De esta manera es posible proporcionar una respuesta más rápida y minimizar la necesidad de realizar inspecciones de forma continua.
Además, se utilizan dispositivos de monitoreo ambiental. Estos dispositivos, están dotados de sensores que permiten medir factores como la temperatura, la humedad y la luz. Con lo que puede ayudar a predecir y prevenir las posibles infestaciones y plagas que se producen ante determinadas condiciones ambientales.
Por otro lado, la Inteligencia Artificial, implica el uso de algoritmos y modelos de aprendizaje automático con la finalidad de analizar los datos, aprender de ellos y tomar las decisiones más adecuadas, al tiempo que efectúa predicciones. Dentro del contexto en el que nos encontramos, respecto al control de plagas, la IA puede utilizarse para analizar imágenes, por citar un ejemplo. Existen dispositivos diseñados para vigilar mosquitos que son capaces de analizar al detalle las cámaras que se ubican en las trampas, identificar el género, la especie, el sexo y estimar la población. Dato de gran relevancia a la hora de llevar a cabo un control de enfermedades que son transmitidas por mosquitos.
La IA puede ser aplicada en el análisis de grandes volúmenes de datos de carácter ambiental y monitoreo de plagas. Gracias al cual se puede predecir cuando y donde es posible que se produzca una infestación. Por lo que podemos decir que esta tecnología, permite realizar un análisis avanzado, procesar y analizar grandes cantidades de datos y, en consecuencia, lanzar predicciones de gran precisión en base a los datos históricos y actuales.
Automatizar las decisiones es otra de sus aplicaciones, dado que se basan en datos relevantes, se optimizan las estrategias de control de plagas a utilizar, así como la mejor hora y lugar para aplicar los tratamientos.
Por supuesto, todo esto conlleva una mejora continua. Los sistemas de Inteligencia Artificial, son capaces de aprender de los resultados obtenidos de su análisis y las posteriores decisiones.
No es oro todo lo que reluce
Evidentemente, estas tecnologías no son la panacea. Cuentan con algunas ventajas que conviene considerar y a las que hay que prestar la atención necesaria. Una de ellas es, indudablemente, los costos iniciales. Como cabe esperar, implementar dispositivos de IoT, conllevan una inversión inicial bastante significativa, no solo en la tecnología, también en la capacitación necesaria para su uso.
Puesto que se trata de una tecnología de vanguardia, depende directamente de la red. Un fallo en el sistema o cualquiera de los dispositivos, puede dejar áreas o espacios temporales sin monitorizar. Lo que nos lleva a la seguridad de los datos, algo que como todos sabemos, es susceptible de sufrir un ataque cibernético. Todo lo que anda en la red, puede ver comprometida su seguridad y privacidad en lo que a datos respecta.
La complejidad y los costes de desarrollo de una inteligencia artificial definida para este fin, requiere de mucha experiencia especializada. Esto implica más costos y tiempo. Así mismo, en este caso, los datos que nutren a la inteligencia, dependen de la calidad y cantidad de los mismos. Es decir, con datos insuficientes, erróneos o de mala calidad, se pueden sacar conclusiones erróneas y confusas, con las siguientes consecuencias negativas.
Debido a la manera en la que las IA toman sus decisiones y los procesos de las mismas, estos pueden ser más opacos y dificultar la compresión respecto a ciertas conclusiones o predicciones.
Por último, como desventaja, podemos aludir al empleo. A consecuencia de la tecnología de este calibre, la automatización puede conllevar una merma en la necesidad de personal laboral en determinadas áreas, por lo que el empleo en el sector, podría verse afectado de forma significativa.
No obstante, valorando tanto los aspectos positivos como los negativos, la adopción de tecnologías digitales como las citadas, en el sector del control de plagas, se considera como una oportunidad. Como todos sabemos, este tipo de tecnologías han empezado a ser y, lo serán en mayor medida de aquí en adelante, herramientas indispensables. Aportan el potencial necesario para mejorar la productividad y competitividad en las empresas, se incrementa la eficiencia y la calidad de los servicios prestados y fortalece un enfoque preventivo y proactivo en la gestión y el control de las plagas.
Son muchas las empresas del sector las que han empezado a integrar e implementar este tipo de tecnologías en sus empresas. En el caso de empresas de mayor tamaño, resulta más sencillo que en las más pequeñas, en cuyo caso, afrontar los costes iniciales, puede ser más complicado. Aun así, este tipo de inversión, conlleva un ahorro a largo plazo, razón por la que vale la pena sopesar la posibilidad de utilizar IoT e IA.
Hasta ahora, el concepto de control de plagas no pasaba de un señor o señora con el rostro cubierto y protegido con un mono, portando un bidón con una pistola de aire. Estos trabajadores, aplicaban y aplican, el producto del bidón en las zonas correspondientes. Todo parecía muy tóxico y rudimentario, lo que en apariencia, restaba efectividad aunque no era el caso. Aparte de esto, te daban unas trampitas de cartón para colocar en puntos estratégicos del inmueble.
En la actualidad, el proceso sigue siendo similar, aunque los tratamientos no son tan agresivos para las personas y seres vivos, lo que permite estar en la vivienda, local u oficina, durante el control de plagas. De aquí a nada, todo apunta a que no se verá ni al controlador.